La Paz
El ministro de Defensa, Walker San Miguel, explicó que los aparatos tienen componentes fabricados en Estados Unidos y, por tanto, requieren la autorización de la licencia norteamericana para que la operación pueda llevarse a cabo.
"Estamos esperando que EEUU nos colabore a luchar contra el narcotráfico", afirmó el ministro al término de la celebración del aniversario 59 del Politécnico Militar de Aviación, aunque no quiso adelantar calendarios. El gobierno boliviano lleva esperando un pronunciamiento de Washington desde hace al menos cuatro meses.
En enero pasado, Morales autorizó al Ministerio de Defensa la adquisición de los aviones de combate que conformarán, según los planes del gobierno, el primer grupo de vigilancia área cuya misión principal será la interceptación de avionetas susceptibles de transportar droga o material de contratando.
Bajo estos requerimientos, el Gobierno eligió a los cazas L-159 ALCA de fabricación checa como parte de una transacción que costará unos 57,8 millones de dólares. La autorización del Departamento de Estado se requiere, concretamente, porque los motores y la aviónica que llevan los aparatos son de tecnología norteamericana.
El contrato para la adquisición de los aviones fue firmado durante el pasado mes de febrero con la firma Aero Vodochody y la idea original es que fuera entregados para estar disponibles el 7 de agosto, día de las Fuerzas Armadas.
El acuerdo, negociado a través de la empresa checa Omnipol, incluye cinco aviones de caza y uno de entrenamiento -con dos asientos-, así como un simulador de vuelo, repuestos y cursos de entrenamiento para los pilotos y los equipos de mantenimiento para dichos aparatos.
Esta adquisición representa la primera modernización significativa de
Fuente: www.infodefensa.com